Andrea y Carlos
“Después de tres años y un poco más de tiempo nos encontramos con Tamara en el matrimonio de una amiga… Nosotros como invitados y ella con su equipo como Wedding Planner. La fiesta estuvo increíble y todos lo pasamos muy bien, desde la ceremonia hasta el ultimo minuto. Y es que cuando hay un apoyo de Wedding Planner se nota: los novios y sus familias están felices y relajados (disfrutando el gran día con todos sus invitados) y nadie anda corriendo, porque las cosas salen BIEN y si algo no sale como fue planeado o hay algún contratiempo, como invitado ni siquiera eres capaz de notarlo porque todo fluye de una forma natural.
Conocimos a Tamara 9 meses antes de nuestro matrimonio (nos casamos en Enero del 2012), porque llamamos a otra Wedding Planner que había salido en un reportaje de una revista (se estaba haciendo conocido el rubro) y tenía ocupada nuestra fecha, dándonos el nombre de Tamara… ¡Y que bueno que llegamos a ella!. Así fue como Tamara nos acompaño desde ahí, siempre con excelente disposición y ayudando a que lo que nosotros imaginábamos en nuestras cabezas para ese día se hiciera realidad. Tuvimos de esos matrimonios donde nada estaba previamente ligado, por lo que teníamos muchos proveedores: Salón de eventos, banquetería, decoración, banda de música, fotógrafo, coro de iglesia… Y a eso sumen organizar la ceremonia de la iglesia, las flores, comprar el cotillón, trajes de novio/novia, etc.
Cuando tienes la suerte de tener Wedding Planner los meses previos al matrimonio son tranquilos y nada se te olvida. Hay una lista de chequeo que debes ir cumpliendo, desde elegir el lugar (acompañándote y abriéndote los ojos de los pro y contra del lugar), pasando por quien hará cada cosa (contándote experiencias que ha tenido o sabido de algunas empresas), hasta la compra del vestido, por ejemplo (donde para mi fue clave porque en unos meses captó mi personalidad y me hizo probar un vestido que quizás nunca hubiese elegido por foto, pero que fue EL vestido!). Los últimos meses, como tienes todo ya tan claro, las reuniones con cada proveedor (que coordina Tamara según tu disponibilidad como novio y novia) son sólo para afinar detalles del gran día y eso te hace llegar al día “D” con expectativas claras y reales de lo que se viene… y lo más importante, ese día sabes con certeza que nada se te olvidó.
¡Y llega el gran día!
Cuando me empezaron a peinar y estaba en todo el preparativo previo de novia, llegó Tamara que ya sabe como van las cosas en el centro de eventos (porque ella o alguien de su equipo está allá o ya fueron a verlo), te avisa si algo cambió, el momento en que llega tu novio a la iglesia, etc. Y cuando llegamos a la iglesia todo salió coordinado (entrada, coro, ceremonia), además de siempre tener el vestido perfecto para las fotos porque a ratos sentía una “mosquita” que me decía “levántate un poco” y me acomodaba las telas para que se viera impecable… Y en la fiesta fue un apoyo excelente. Aunque todo esta previamente coordinado con cada proveedor y los tiempos estén definidos, al final siempre hay cosas que no salen como se planearon, pero lo importante es que las cosas que se salieron del plan, salieron bien igual y ni nosotros como novios ni nuestras familias tuvimos que andar preocupados de esos detalles, solamente nos preocupamos de vivir a fondo ese gran día que fue único e inolvidable, simplemente uno de los mejores días de nuestra vida.
¡Gracias Tamara por todo!
Y mucha suerte en este proyecto 🙂
Andrea y Carlos