Wedding Planner en Chile: saben todo lo que necesitas para organizar tu matrimonio y más
La renombrada organizadora de bodas, Tamara Sepúlveda, compartió con los estudiantes de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico la trastienda del mundo de los matrimonios y contó la receta de cómo contener a las llamadas “novias histéricas”.
¿Te vas a casar y no sabes por dónde empezar a organizar tu matrimonio? No te preocupes, a todas las novias les pasa. Por suerte, el concepto de “Wedding Planner” ya está instalado en Chile. Aunque parece sacado de una película, en nuestro país hay profesionales de Producción de Eventos que se dedican exclusivamente a planificar hasta el más mínimo detalle para que todo salga perfecto el día de tus sueños.
De hecho, la renombrada Wedding Planner, Tamara Sepúlveda, dictó una charla a los estudiantes de la carrera de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico y explicó qué significa su profesión. “No sólo producimos el día de matrimonio, sino que también acompañamos a los novios en toda la organización de la boda, desde que ellos dicen ‘sabes, me quiero casar y no sé por dónde empezar’, hasta el día de la ceremonia”, señaló.
Está claro que el trabajo de una Wedding Planner no es fácil. Deben organizar, planificar y coordinar todo lo que involucra una boda. Así, el vestido de la novia, las invitaciones, el lugar del evento, la decoración, la banquetería, el coro, la orquesta y/o DJ, los recuerdos para los invitados, las fotos y el video de la ceremonia, son sólo algunas de las tareas de la organizadora del evento.
“Nosotros los guiamos y orientamos durante un año para que todo salga perfecto el ‘día D’. Muchos llegan con una idea. ‘Me quiero casar al aire libre’, pero no saben qué necesitan, con cuánto tiempo y con qué presupuesto. Ahí parte nuestro trabajo, ayudarlos en cada detalle”, explica.
Sepúlveda egresó de la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad del Pacífico, pero llegó al mundo de la producción de eventos al trabajar en el diseño de los partes de matrimonio. Hace siete años montó su empresa, especialista en este tipo de ceremonias.
“Toda la vida soñé con ser novia, entrar al altar y tirar el ramo. Cuando me casé hice un matrimonio con muchos detalles. Lo pasé muy mal el día de la ceremonia porque estaba muy preocupada de que todo saliera bien. Cuando me logré relajar, ya casi había terminado la fiesta. Entonces, me di cuenta que se necesitaba alguien que ayudara a los novios. Ahí partió la idea”, recuerda.
Los entretelones de las bodas
Nunca un matrimonio es igual a otro. Hay algunos en la playa, otros se realizan en elegantes centros de eventos, unos con más de doscientos invitados y otros con menos de cincuenta. La Wedding Planner tiene que conocer cada detalle de los novios, su historia de amor, sus gustos y familiares para organizar el evento que vaya acorde con los principales protagonistas: los comprometidos.
“Hay bodas que tienen un concepto detrás. Por ejemplo, si el tema es un viaje, la invitación debe ser como un pasaporte, en el centro de eventos podría haber un boarding pass y dónde chequearse, etc. Una Wedding Planner no hace un matrimonio igual a otro. Les damos un estilo propio a cada ceremonia porque los novios cambian y es importante para obtener el éxito que los novios se sientan cómodos en su matrimonio y todo lo que eso envuelve. Me han dicho ‘Me encanta este vestido de novia, pero no soy yo’. Los novios deben guardar su identidad”, señala.
Otro punto importante es conocer a los parientes de la pareja para evitar malos ratos. “Si los papás están separados y no se hablan, no puedes sentarlos juntos, por ejemplo. También pasa que de repente a los papás no les gusta mucho el novio (el típico ‘No es lo que yo quería para mi hija’) y toda esa emoción uno tiene que saber manejarla”, acota.
Y es que la boda es un evento que involucra muchas emociones y la Wedding Planner debe poner a prueba todas sus habilidades para contenerlas y manejarlas adecuadamente. Está confirmado que las denominadas “novias histéricas” sí existen. “Se ponen irritables, quisquillosas y sensibles con todo lo que tenga relación con el matrimonio”, comenta Tamara Sepúlveda.
¿Qué hace una Wedding Planner con estas clientas? “Nos ha pasado que estamos en la mitad de la organización de la boda y la novia empieza a quejarse de que el novio no participa en nada. ‘Le pregunté el color de las flores y no quiere elegir, todo lo tengo que hacer yo. No, yo no me caso’. Entonces ahí tenemos que contener a la novia, ahondar en lo que realmente le molesta. Siempre nos damos cuenta de que el problema no es el detalle de las flores, por ejemplo, sino que la pareja empieza a preguntarse qué va a pasar después del matrimonio”, aclara.
Conforme la fecha se va acercando, el nerviosismo va aumentando. “Las novias preguntan cosas increíbles como ‘¿cuándo me tengo que ir a hacer las uñas?’. La ansiedad juega malas pasadas a los novios, algunos hasta se ponen un poco malhumorados, pero ahí está el desafío, conocerlos y hacer de ese día uno inolvidable”, asegura Tamara Sepúlveda.
La receta para calmar a una novia desbocada es que confíe totalmente en el trabajo de su Wedding Planner. “Hay que bajarles la ansiedad, demostrándole que todo está planificado. Es fundamental que lo novios y sus familias conozcan cada actividad, porque así se pueden relajar. Así se logra esa confianza”, confidencia.