Experta en matricidios cuenta los secretos de la “pisada de palito”
El “Día D”. El más esperado por muchos y muchas. El que cierra un ciclo y a la vez abre otro. Ese que para muchos parece lejano, pero que cuando llega es inolvidable… El día del matrimonio.
Una jornada llena de mitos, bromas, temores, dudas y certezas, que siempre estresa por la preparación y el trabajo que demanda.
Por eso en estos tiempos surge la asesoría de las bautizadas “Wedding Planner”, u organizadoras de bodas, quienes se dedican exclusivamente a planificar hasta el más mínimo detalle para que todo salga perfecto el día de tus sueños.
Ellas tienen muchos secretos y una de estas profesionales los revela. Se trata de Tamara Sepúlveda, quien compartió con los estudiantes de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico la trastienda del mundo de los matrimonios y contó la receta para contener a las “novias histéricas”.
“No sólo producimos el día del matrimonio, sino que también acompañamos a los novios en toda la organización de la boda. Estamos con ellos desde que deciden casarse y no saben por dónde empezar, hasta el día de la ceremonia”, sapeó la “Wedding Planner” nacional, quien lleva siete años en este trabajo.
Tamara Sepúlveda agregó que “nosotros los guíamos y orientamos durante un año para que todo salga perfecto. A veces llegan con la idea de casarse al aire libre, por ejemplo, pero no saben qué necesitan, con cuánto tiempo hay que organizar y qué presupuesto se necesita. Ahí parte nuestro trabajo, ayudando en cada detalle”.
La organizadora se preocupa de todo, desde el vestido de la novia hasta las invitaciones, el lugar del evento, la decoración, la banquetería, el coro, la orquesta y/o DJ, los recuerdos para los invitados, las fotos y el video de la ceremonia.
PARA TODOS LOS GUSTOS
Nunca un matrimonio es igual a otro. Hay algunos en la playa y otros se realizan en elegantes centros de eventos. Unos tienen más de 200 invitados y en otros hay menos de 50.
Por eso la “Wedding Planner” debe conocer cada detalle de los novios: su historia de amor, sus gustos y sus familiares.
“Hay bodas que tienen un concepto detrás. Si el tema es un viaje, la invitación debe ser como un pasaporte y en el centro de eventos podría haber un boarding pass y dónde chequearse. Lo esencial es que los novios se sientan cómodos”, dice Tamara Sepúlveda.
Un punto importante es conocer a los parientes de la pareja para evitar malos ratos.
“Si los papás están separados y no se hablan, no puedes sentarlos juntos. También pasa que de repente que a los papás no les gusta mucho el novio, por lo que hay que manejar esa emoción”.
En el plano de las emociones, hay que contener además a las denominadas “novias histéricas”.
“Sí existen. Se ponen irritables, quisquillosas y sensibles con todo lo que tenga relación con el matrimonio. Nos ha pasado que estamos en la mitad de la organización de la boda y la novia empieza a quejarse de que el novio no participa y le deja todo las decisiones a ella. Y por eso peligra la boda porque ella dice que no se quiere casar… La ansiedad juega malas pasadas, por eso lo mejor es tenerlo todo planificado”, cierra Tamara Sepúlveda.